
Los hornos del Zancao y atractivas rutas de senderismo
Los hornos del Zancao, en Vegas de Matute, representan una buena excusa para conocer este municipio segoviano, hornos de cal que han recibido el premio de Medio Ambiente Fuentes Claras para la sostenibilidad en municipios pequeños.
A estos hornos recuperados para el patrimonio de esta localidad segoviana se pueden sumar otros, en breve, situados al otro lado del pueblo, cuyo ayuntamiento pretende recuperar con la ayuda de la Junta de Castilla y León.
Y en honor a los caleros, el último fin de semana de septiembre se celebra la fiesta que homenajea a la antigua profesión de los habitantes de Vegas de Matute, donde no falta la procesión, la música, el almuerzo y la degustación de un buen cocido en la plaza del Ayuntamiento Viejo.
Además, los turistas se acercan a Vegas de Matute, no solo para ver los hornos de cal, sino también para visitar la iglesia de Santo Tomás de Canterbury, de estilo gótico, construida en el siglo XVI, cuando Don Pedro de Segovia mandó construir una capilla en honor a San Pedro para enterrarse y trasladar los restos de sus padres. Obra de Rodrigo Gil de Hontañón, la iglesia fue declarada Bien de Interés Cultural el 9 de junio de 1994.
El patrimonio de Vegas de Matute se completa con dos viejos palacios del siglo XVI.
Y los amantes del senderismo, alojados en algunas de las casas rurales del municipio, optan por llegar a Vegas de Matute para completar una atractiva ruta, la que a lo largo de 40 minutos lleva a la Risca de Valdeprados, un lujo natural al alcance de pocos municipios, y también otra singular y popular ruta, de unos 40 minutos de duración, que parte de Vegas de Matute hacia la ermita de San Antonio, un enclave religioso que se enmarca en lo alto de un cerro, donde confluyen Vegas de Matute, Zarzuela del Monte y Navas de San Antonio.